A lo largo de este curso podréis
ir comprobando la importancia que damos a las emociones en nuestra aula. El
primer día de cole es un momento clave para comenzar a trabajarlas. Los alumnos
vienen con las emociones a flor de piel después de todo el verano.
Volvemos a ver a nuestros amigos (¡qué alegría!), vamos a conocer a nuestra
nueva profe (¡qué nervios!), tenemos que madrugar (puff, cuánta pereza), y
así una infinidad de sentimientos y emociones invaden sus
cabecitas. ¿Cabecitas?? Será corazoncitos, Beatriz, me dijo una vez una alumna.
Soy de esas profes que considera
que los alumnos deben conocer muy bien cuál es el órgano más importante a la hora de
aprender. Descubrir cómo funciona su cerebro les ayuda a entender lo que les
ocurre cuando están memorizando, cuando no son capaces de prestar atención,
cuando sienten miedo a la hora de hacer un examen o cuando tienen muchas ganas
de repetir una actividad porque estaban muy motivados...por poner algunos
ejemplos.
Me encanta ver las caras de
sorpresa cuando le explico que dentro de su cerebro existe una estructura en
forma de almendra que se llama "amígdala" que es núcleo de nuestras
emociones.
La amígdala es la encargada de
generar la “gasolina” necesaria para que podamos aprender. Por eso, cuando algo
nos gusta, nos concentrarnos en esa tarea durante más tiempo, no nos distraemos,
lo aprendemos y no se nos olvida. Sin embargo, cuando un alumno tiene
problemas de tipo emocional, se siente triste, ausente, se distrae con
frecuencia y es muy difícil que tenga una buena respuesta en el aula. Porque la
emoción es un elemento clave en el aprendizaje de nuestros alumnos. Cuando la
emoción se apaga, las consecuencias para el aprendizaje de un alumno son
realmente negativas.
Hoy
en día podemos hablar que el binomio cognición-emoción es indisoluble, debido
al diseño y funcionamiento del cerebro. Es por ello que se hace imprescindible
que las emociones participen y se tengan en cuenta en todo el proceso de
aprendizaje de los alumnos.
La
primera semana del cole decidí preparar una serie de dinámicas para trabajar
aspectos tan importantes como el conocimiento de uno mismo y de los demás, la
cohesión de grupo, el reconocimiento de diferentes emociones...Creo que trabajar estos aspectos nos ha
ayudado mucho a conocernos, a entendernos y a querer comenzar a trabajar juntos
como equipo.
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